Hace unas semanas compartí con vosotros como hago la elaboración de la leche de almendras, AQUÍ, y os dije que la receta es 100% aprovechable, en este caso me referia a la almendra.Más abajo podéis comprobar con que textura nos queda la almendra después de ser procesada, y utilizada para hacer la leche.Pues bien, nos queda una harina de almendra, de textura fina, ligeramente húmeda y no solo eso, nos queda aromática y dulce.El aroma se lo aporta la pasta de vainilla, un ingrediente indispensable en la repostería para mi, desde mi punto de vista y gusto familiar, la pasta de vainilla enriquece y aromatiza nuestras elaboraciones de una manera notable.El dulce se lo aportan los dátiles.Personalmente hace tiempo que no consumo azúcar blanco, y encontré en los dátiles la manera de endulzar los postres y batidos que hago para mi consumo, de una manera saludable y deliciosa.
Os dejo una de las recetas con las que he rentabilizado la almendra cruda y procesada de la leche, muy fáciles de hacer, muy rápidas, ideal para llevarte a los niños a la cocina, con dos directrices las hacen ellos solitos y luego las lucen con orgullo como mi sobrina Laia.
Ingredientes
150 gr de harina de almendra
90 gr de azúcar glas
35 gr de harina de trigo
1 cdita de levadura en polvo
1 huevo
1 pizca de sal
1/2 cdita de pasta de vainilla
Para rebozar
Azúcar glas
Preparación
Mezclamos la almendra con el azúcar glas , la pizca de sal, la harina, la levadura y la vainilla.Batimos en un cuenco ligeramente el huevo, se lo añadimos a los ingredientes sólidos, mezclamos con un tenedor y luego con las manos, hasta que nos queden todos los ingredientes integrados, nos quedará una masa suave y ligeramente compacta.
La dejamos descansar en la nevera durante 1 hora cubierta con film transparente.
Pasado ese tiempo, tendremos lista el azúcar glas en un plato, iremos formando bolitas con la ayuda de una cuchara de postre, y a su vez rebozándola con el azúcar glas, la iremos colocando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, separadas entre si.
Horneamos a 170º, unos 12 minutos, en mi caso.
A los niños cuando les gusta la cocina, hay que darles su sitio, por más engorroso que nos resulte, pero es que para ellos es una satisfacción muy grande elaborar su propio alimento.Es una manera también de darles a comprender y entender el valor de los productos, a familiarizarse con ellos, el trabajo que conlleva hacer la comida, alimentar a la familia siendo participe con ellos.
Y que decir del tiempo que estamos compartiendo con ellos, está comprobadísimo que en la cocina se crean lazos, se refuerzan los afectos y que la comida une a las personas.
Que tengan una estupenda semana!!
150 gr de harina de almendra
90 gr de azúcar glas
35 gr de harina de trigo
1 cdita de levadura en polvo
1 huevo
1 pizca de sal
1/2 cdita de pasta de vainilla
Para rebozar
Azúcar glas
Preparación
Mezclamos la almendra con el azúcar glas , la pizca de sal, la harina, la levadura y la vainilla.Batimos en un cuenco ligeramente el huevo, se lo añadimos a los ingredientes sólidos, mezclamos con un tenedor y luego con las manos, hasta que nos queden todos los ingredientes integrados, nos quedará una masa suave y ligeramente compacta.
La dejamos descansar en la nevera durante 1 hora cubierta con film transparente.
Pasado ese tiempo, tendremos lista el azúcar glas en un plato, iremos formando bolitas con la ayuda de una cuchara de postre, y a su vez rebozándola con el azúcar glas, la iremos colocando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, separadas entre si.
Horneamos a 170º, unos 12 minutos, en mi caso.
A los niños cuando les gusta la cocina, hay que darles su sitio, por más engorroso que nos resulte, pero es que para ellos es una satisfacción muy grande elaborar su propio alimento.Es una manera también de darles a comprender y entender el valor de los productos, a familiarizarse con ellos, el trabajo que conlleva hacer la comida, alimentar a la familia siendo participe con ellos.
Y que decir del tiempo que estamos compartiendo con ellos, está comprobadísimo que en la cocina se crean lazos, se refuerzan los afectos y que la comida une a las personas.
Pues si que hay que dejar entrar a los peques en la cocina, en ella se crean lazos muy fuertes y se comparten momentos de risas inigualables.
ResponderEliminarUnas galletas deliciosas, las que llevan almendra siempre han estado entre mis favoritas.
Besos y feliz semana,
Palmira
Las galletas estupendas, y mejor que mejor aprovechar lo que nos sobró de hacer la leche, que no todo sirve!! Besos
ResponderEliminarUna pinta fantástica! sólo una pregunta........cuando dices que no tomas azúcar y que el dulce se lo dan los dátiles a qué te refieres? es que en la receta no hay dátiles y sí que hay 90 gr. de azúcar!!
ResponderEliminar???
Hola Anónimo!!!
EliminarLa receta es tal cual está escrita.Lo que hice referencia es a que, como la almendra que utilicé para elaborar las galletas, fue la que aproveché de la almendra para elaborar la leche.Entonces hice mención a que la almendra estaba enriquecida con el sabor de la vainilla y el dulzor del dátil.
La receta está hecha con esa almendra y no reemplazo el azúcar, las cantidades son esas ya adaptadas.
Espero haberte aclarado la duda, muchas gracias!!
Un saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo está nada mal! Yo los dátiles los descubrí en oriente medio, en una pasta con la que endulzan algunos bollos (a los que además sospecho que ponen azúcar) y me pareció muy apañado y muy muy rico...
ResponderEliminarPor cierto, supongo que has puesto el azúcar en los ingredientes porque es lo más normal que usemos, pero ¿cuánta pasta de dátil usas en su lugar?
Hola Migas en la mesa!!!
EliminarEn el el comentario de "Anónimo", te contesto también a tu duda, espero habértelo aclarado. cualquier cosa no dudes en preguntarme.
Un saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar